La población joven con interés para trabajar pero sin expectativas de inserción laboral tocó, al cierre de 2009, su punto más alto desde que se tiene registro en el País y representa 8.94% de la población entre 14 y 29 años en el País, cifra nunca antes vista, destacan datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi.
El dato implicó que 2.7 millones de jóvenes no cuenten con aspiraciones laborales, cifra que aumentó en 264 mil personas respecto al año anterior.
Por nivel de instrucción, los jóvenes que cuentan con mayor preparación académica tuvieron el avance más significativo, de tal forma que aquellos con estudios a nivel medio superior y superior pasaron de una tasa de 7.54% en 2008 a 8.8% en 2009, la tasa más alta en la historia en este rubro.
La población joven en el país, representa 65% de la PEA. Por género, la tasa de mujeres fue de 10.75% y en los hombres de 7.08%.
"Con el cierre de empresas, la baja inversión y la caída en los salarios reales, el mercado no genera la oferta laboral que se requiere; las pocas oportunidades para los jóvenes son en empleos debajo de sus capacidades y de bajo valor agregado.
"Nuevamente, el país condena a una generación a la falta de oportunidades y desarrollo profesional", comentó Alfonso Bouzas, catedrático de la UNAM.
Erika García, joven de 26 años y graduada por la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, advirtió que desde que egresó no ha podido encontrar un empleo de acuerdo con sus expectativas.
"Tengo una licenciatura en Administración, hablo inglés y tengo algunos diplomados, sin embargo no hay empleo; los salarios son muy bajos o bien ofrecen trabajo de ventas; nada que ver con mi profesión; por el momento prefiero seguir con los idiomas y aplicar para un postgrado en el extranjero, ya que la búsqueda de trabajo es desalentadora", afirmó.
Para Lizbeth Toscana, gerente de Manpower, es importante la especialización, la experiencia y la aplicación tecnológicas, ya que la competencia por un empleo es a nivel global.
Bouzas recomendó a los jóvenes seguir en la ruta de la educación, la cultura y la preparación, que son factores de bienestar y conocimiento.
Fuente: Reforma, miércoles 17 de marzo