Los laboratorios, sitios considerados ideales para trabajar, pero con imagen aburrida y formal, saben que en diez años 75% de la fuerza laboral en el mundo será de millennials, y por ello han enfocado sus baterías en recursos humanos para atraer a los jóvenes.
“Este reto lo tenemos en la puerta de la casa y lo que tenemos que hacer es entender a los millennials”, dijo Edgar Díaz, director de recursos humanos de los laboratorios Boehringer Ingelheim, empresa en donde el 27% de los empleados ya es millennial.
La estrategia para atraer a esta fuerza laboral nacida en la década de los ochenta va desde la presencia en ferias laborales universitarias hasta la capacitación de los directivos para que sepan entender a esta generación.
Y el plan para seducir a esta generación, que a palabras de Díaz trabaja para vivir y no al revés como las generaciones anteriores, se enfoca en que los empleados sepan que la empresa brinda aporte social y no sólo ingresos, además de que los caracteriza el tener un plan de desarrollo para el empleado.
“Algo que los hace muy particulares es que ellos quieren entender, para entrar y permanecer y crecer en un empleo, cuál es el propósito y el impacto social que tiene la compañía para la que van a trabajar”, dijo Díaz.
Incluso, según la experiencia del directivo tres cuartas partes de esta generación deciden permanecer en la compañía si las creencias de ambas partes son las mismas.
“El 71% de ellos te dice que no se va a cambiar de empleo solamente por dinero”, agregó.
Este dato es relevante pues algo que caracteriza a los millennials y que los lugares de trabajo no han logrado evitar es la frecuencia con la que cambian de empleo. Incluso, se calcula que para 2020, el 76% de la fuerza laboral millennial ya van haber cambiado de trabajo, dijo Díaz.
Para poder lograr que ya un cuarto de la plantilla en Boehringer Ingelheim sea millennial y que el 56% de sus becarios permanezcan en la compañía, el laboratorio no la tuvo fácil.
Una de las estrategias para atraer y mantener a esta generación es la capacitación de directivos, que pertenecen a generaciones anteriores.
“Fuimos preparando a nuestros líderes (directivos y gerentes) para que supieran cómo manejar a esta nueva generación”, dijo Díaz, al explicar que no sólo las buenas instalaciones y prestaciones son garantía de seducir y mantener al talento millennial.
Fuente: Financiero, viernes 30 de diciembre
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