En la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) el gobierno mexicano puede lograr mejores salarios para los trabajadores; no obstante, junto con las compañías multinacionales evita a toda costa ese debate, lo cual es un acto de corrupción, aseguran líderes sindicales.
"El gobierno mexicano es corrupto; los hechos dicen que éste favorece que sus propios ciudadanos vivan en la pobreza. No me hace sentido, pues puede lograr que se les pague más a sus trabajadores, pero dice: "no te molestes en eso'", señaló en entrevista Jerry Dias, dirigente del sindicato canadiense Uniform.
No se puede entender a un gobierno que no defiende a sus propios ciudadanos y que está del lado de las corporaciones a expensas de mejores condiciones para sus ciudadanos, añadió.
El dirigente detalló que un ejemplo que habla por sí mismo sobre las inequidades que enfrentan los trabajadores mexicanos es que en Canadá en una planta de ensamblaje automotriz, generalmente ellos pueden adquirir los vehículos que fabrican, pero en México no se puede pensar en ello.
Después de cinco meses de laborar en Canadá el trabajador puede adquirir el vehículo que ensambla, mientras que en México en ese periodo "solo puede comprar las cuatro llantas y los tapones", subrayó.
Dias indicó que en México los trabajadores en las plantas de ensamble obtienen empleo pero no mejoran sus estándares de vida, pues los salarios no se lo permiten.
Señaló que hay contratos avalados por el gobierno federal en que algunas plantas automotrices especifican que pagarán solamente 1.10 dólares por hora.
No obstante, la desigualdad no solo la padecen los trabajadores del gremio automotor, también está muy marcada en la industria minera, explicó Óscar Alzaga, abogado del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana.
Señaló que mientras en Canadá los trabajadores mineros cobran 53 dólares por hora, en México la gran mayoría gana uno o dos salarios mínimos; es decir, alrededor de 9 dólares diarios.
"Estamos de acuerdo en que la productividad es necesaria pero no la explotación desmedida. Un trabajo en una mina es el mismo en Canadá, en México y hasta en Chile; en cualquier parte del mundo es el mismo. El precio del oro es universal, cómo puede haber esta disparidad en los salarios", se cuestionó.
Señaló que en México tampoco se cumple la ley laboral en rubros como la libertad sindical, para que el trabajador pueda elegir el sindicato de su preferencia.
"Eso es un derecho nacional e internacional. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) consagra la libertad sindical, pero en México los sindicatos y las empresas no lo permiten", subrayó.
Alzaga detalló que un ejemplo de ello se da en la mina de oro de la empresa canadiense Torex Gold, ubicada en el municipio de Cocula, Guerrero, donde alrededor de 600 trabajadores han manifestado su interés de pertenecer al Sindicato Nacional Minero, y abandonar el de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), pero se han enfrentado a problemas serios.
"La empresa, el gobierno, las autoridades y la CTM se oponen al derecho de libertad sindical, para seguir controlando ellos", subrayó.
Aunque las negociones del capítulo laboral continúan en marcha, México no aceptará la intrusión sindical ni la imposición salarial como parte de la modernización del Tratado de Libre Comercio, afirmó el presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Bosco de la Vega.
"En el capítulo laboral no aceptaremos injerencias sindicales ni salariales", señaló el dirigente empresarial, quien coordina la mesa laboral por parte del sector privado y es también integrante del cuarto de junto.
Las diferencias en torno a si se debe incluir o no el tema salarial en la modernización del TLC no ha estancado el avance en el capítulo laboral, afirmó el presidente del Consejo Consultivo de Negociaciones Internacionales, Juan Pablo Castañón.
En entrevista, explicó que los compromisos que México ha puesto sobre la mesa en la modernización laboral es una iniciativa de ley secundaria que han estado depurando entre los tres países, y que para el país sería "darle pies a la reforma constitucional" en esa materia.
"Moderniza, agiliza la justicia laboral y la conversación laboral entre empresas y trabajadores, exige que la compañía transfiera tecnología, conocimiento e innovación, y busca capacitación y productividad para que eso también se refleje en mejores condiciones para los trabajadores", indicó.
El equipo negociador mexicano reiteró en la conclusión de la octava ronda de la modernización del TLC que el tema salarial no está en la mesa del capítulo laboral.
Fuente: Milenio Diario, viernes 30 de marzo